Interior Bar
El camarero —chaqueta blanca, mangas ligeramente largas, a pesar del calor— se mueve con un sigilo que roza la ceremonia. Seca una taza, la sostiene a contraluz como un joyero que inspecciona defectos invisibles. Se vuelve al mostrador con la cadencia de quien sabe que todo lo que importa ocurre despacio. En la mesa junto…