Las personas que dicen ‘algún día’ creo que no saben que es tanto como decir nunca. Una especie de adverbio de tiempo que no conduce a nada. A salir del paso. Una renuncia implícita o postergar lo que ansían y que quizá nunca llegue.
‘’Solo hay una persona que puede decidir lo que voy a hacer, y soy yo mismo’’. Ciudadano Kane, 1941
Existen formas de quejarse, de no decir la verdad o contarla a medias. Siempre he creído que es muy sencillo engañar a los demás, lo complicado es engañarse uno mismo. Demasiadas horas en intimidad con mis pensamientos como para poder hacerlo, ni siquiera intentarlo. ‘Algún día’ no es un lugar mejor, no es una parada en boxes, no es un momento que llegará. ‘Algún día’ es solo una forma de entender que el destino no lo controlamos.
Un alma grande, como Ortega y Gasset, escribía que “la vida sin verdad no es vivible” y que “la verdad es lo único que esencialmente necesita el hombre, su única necesidad incondicional”. Vivimos una época extraña y de una superficialidad profunda, qué paradoja. Preferimos decir ‘algún día’ a ‘nunca’, aunque sepamos de sobra que no nos alcanza para este o aquel sueño o deseo. Idolatramos los momentos capturados a través de Instagram, pero nunca el proceso. Vicios que manejamos a base de likes sin leer el pie de foto.
Los vicios y lo efímero buscan siempre la complicidad en el aplauso fácil, en un me gusta, en un fav. Cuando el instante majestuoso impone sus reglas de ser vivido en cinco segundos volvemos a la rutina, entonces el mundo se convierte en una especie de jaula lastimosa en la que puede más quien más parece que disfruta
Si la expresión ‘algún día’ fuese un planeta, estaría lleno. Lleno de viajes sin hacer, de gimnasios vacíos, de dietas imposibles, de idiomas universales, de visitas a viejos amigos, de mejores modales en la mesa, de mejores formas con nuestras amantes
Tony Soprano visitaba a la doctora Melfi para quejarse y justificar lo injustificable cada semana en su consulta. Un día, harto de oír su propia voz y de quejarse, o quién sabe si de tomar Prozac, dice una frase que siempre me ha marcado y que deja a Jennifer Melfi asombrada: ‘’ ¿Qué pasó con Gary Cooper? El tipo fuerte y silencioso. El auténtico americano. No estaba en contacto con sus sentimientos. Solo hacía lo que tenía que hacer. Lo que no sabían era que una vez pusieran a Gary Cooper en contacto con sus sentimientos, no podrían callarlo. Y entonces tenemos la disfunción esta, la disfunción esa, vaffanculo’’.
Creo que a lo largo y ancho de todo aquello que no hacemos y justificamos en ‘algún día’, componemos un personaje con media sonrisa como el de James Gandolfini en Los Soprano. Una especie de amenaza a media distancia.
No acepten nunca un consejo de este blog. No es un dogma de fe lo que les escribo. En definitiva, quién soy yo para analizar todos los ‘algún día’ que decimos. Si lo piensan parecen pequeños suspiros. Una sensación amarga o un alivio inmenso que nos engaña por momentos.
Vivir es toda una experiencia, no lo hagamos con miedo a fracasar. Si queremos algo, ¿por qué no ir a por ello? No digamos ‘algún día’ si no queremos decir ‘algún día’. De lo contrario, viviremos con miedo, lo que significa en otras palabras ser un esclavo.
¡Sean felices!