Debería ir acompañado de un adulto
Hay días en que me convenzo de que soy un adulto funcional. Hago la compra sin hambre, pago impuestos a tiempo, riego mis plantas y cuido del jardín. Incluso tengo una cuenta de ahorro que, aunque escuálida, no está en números rojos. Pero luego paso delante de una tienda, veo algo —una lámpara que parece…