Vive como si fueras a morir mañana, ¿acaso hay otra forma de hacerlo? No se me ocurre ninguna, aunque, por desgracia haya olvidado hacerlo. Y, así pasan los días, entre un presente complaciente en vías del ocaso.
Todos hemos sentido los días del esplendor en la hierba, de las noches de verano interminables pero la vida no es eso, no trata solo de eso y aunque, nadie sepa bien de que hablan sus versos, lo que sí intuimos es que, con el tiempo, con el inescrutable paso del tiempo nos volvemos aburridos, predecibles. Somos victimas perfectas de un asesino en serie llamado decadencia.
Somos o nos hemos convertido en incondicionales de la vida pausada. Programamos tanto las cosas que cuando suceden en directo somos emocionalmente incapaces de disfrutarlas, solo sabemos capturarlas para subirlas a Instagram.
A la mierda la vida pausada, quiero vivir siendo joven y morir de lo que sea, de lo que me toque.
_ Prométeme que nunca seremos como ellos.
_ Nunca, prometido.
No sé ustedes, yo tengo la sensación de vivir en un mundo de cartón, como los viejos decorados de un western. Huele a polipiel y a perfume de imitación. Es un mundo donde todo está permitido, lleno de nutricionistas que no han estudiado nutrición, economistas de sala de estar, de libros sin lectores y de Dj´s, todo el mundo ahora es Dj. ¿Madurar era esto?
Este mundo no se sostiene, lo sostenemos con pequeños actos que salen ardiendo, como si fuéramos a morir mañana.
La vida no depende del karma
Ni de una pelota a punto de morir contra la red
La vida no se detiene
Solo lo hacemos nosotros
Las razones
Los motivos
Las excusas
Y los miedos
O una estrella en llamas
La vida se posa en el hombro de alguien
Como si fueras a morir mañana
Llena el vaso de whiskey
Corre como si te persiguieran
Escucha buena música
Nada de grandes éxitos
Párate a oler las flores
Hasta que notes la alergia
En definitiva, vive como quieras.
¡Hasta lueguito, joder!