Me voy, volveré a irme
Decía Javier Aznar que no hay nada que le guste más a alguien nacido en el Cantábrico que el sonido de unas palas. Añadiría que es algo más que eso. Volver a la tierra es algo que te remueve la sangre, la altera de tal modo que es difícil explicarlo de manera coherente. La tierrina…